Alberto Estrella y Ferdinando Valencia dejan satisfecho al público del Teatro Universitario con unos rapidines

Abraham García

Estudiantes de bachillerato y público en general abarrotaron en su totalidad al Teatro Universitario, donde recibieron a Ferdinando Valencia y Alberto Estrella como si se trataran de ídolos del pop, con gritos desesperados y subidos de tono de parte de las jovencitas.

Ana Karina Robles, que fungió de presentadora, no se escuchaba desde la primera fila con el escándalo de los chicos. Incluso después de aparecer en escena, el dueto de histriones tuvo complicaciones para iniciar con sus lecturas, ya que a cada movimiento de Valencia, las féminas gritaban rugían piropos con estruendo.

La cultura no tiene dueño: Alberto Estrella

Abraham García

“La cultura no tiene dueño”, dijo el actor Alberto Estrella en las instalaciones de la estación de radio Universo FM, al referirse a  la gran variedad de formas en las que se puede difundir la cultura, así como el fomento al hábito de leer.

En compañía del también actor, el colimense Ferdinando Valencia, hablaron con los medios de Colima acerca de su presentación dentro de las actividades de la XII Jornada Altexto, en la que fueron programados para leer pasajes del nuevo volumen de la colección de textos El Rapidín, editado por la Dirección General de Publicaciones de la Universidad de Colima.

Valencia y Estrella, quien ha visitado Colima en otras ocasiones en eventos de fomento a la lectura, se tomaron la libertad de leer un fragmento de un cuento de Gregorio Torres Quintero, ante las cámaras y el público radiofónico que escuchó la rueda de prensa a través de la transmisión en vivo. Incluso, Estrella invitó a una reportera a leer con ellos otro fragmento a tres voces.

La lección de Nicanor, teatro para niños en Altexto

Abraham García

Un templete en Plaza Zentralia sirvió de escenario para La lección de Nicanor, una puesta teatral para niños de la Compañía de Teatro Universitaria dentro de las actividades artísticas en la XXI Jornada universitaria Altexto.

En un entorno lleno de aparadores con los productos de consumo de moda, restaurantes elegantes y de comida rápida, la nueva librería universitaria, un mar de gente de un lado a otro, y el imparable trenecito para niños (vacío en el momento), el personaje de Nicanor se redimió del mal genio que amargaba a sus amigos ante la mirada cautiva de media centena de niños y no tan niños.

Atentos al escarmiento del solitario y amargado Nicanor, los niños recibieron la lección de enfrentar y resolver problemas o dificultades sin que ello interfiera en la convivencia con sus allegados; así como el valor moral de compartir los bienes propios cuando alguien cercano se encuentra en necesidad.