martes, 1 de junio de 2010

El Huipilazo ( pero entre comillas) FARSA, VANDALISMO Y LOS LÍMITES DEL ARTE 1ª parte de 3


Mine Ante
A modo de introducción…

Una de mis primeras tareas de SOMA (www.somamexico.org)  consistía en revisar a un montón de artistas visuales contemporáneos cuyos proyectos  resultan bastante polémicos en el mundo del arte y emitir una opinión.

1. El mundo es una farsa, ¿por qué el arte no habría de serlo?

De un primer bloque de artistas consultados me encantó “La Nona Ora” de Mauricio Cattelan (publicada en el Huipilazo anterior), me dio mucha risa, fue como si brotara de mi inconsciente algún pendiente con el tema del catolicismo y las religiones, me parece una pieza crítica y que genera… ideas, emociones y, definitivamente, es agresiva para la mayoría de la gente, jamás se la mostraría a mi abuela, por ejemplo. El asunto de los símbolos está cañón, el artista mexicano Carlos Amorales recientemente en el marco de un simposio de arte organizado por feministas en un performance presentó a su mujer casi encuerada frente a un auditorio delante de una proyección de unos calzones femeninos, Cattelan pone a un papa aplastado por un meteorito que se ve sumamente ridículo y negro, son símbolos, la gente los conoce y el arte es público, evidentemente hay consecuencias y para muchos éste tipo de propuestas pueden resultar indignantes.
La artista feminista Mónica Mayer dijo “los símbolos son al artista lo que la sangre al médico, los usamos y nos vale, pero al salir, en el contexto, tienen un poder mágico…”, otro amigo que es historiador del arte hablaba del asunto de la responsabilidad del artista con los símbolos que utiliza, yo creo que es importante pensar en esas cosas, cuando un artista planea una pieza de arte o cuando la ejecuta es necesario analizarla, tener conciencia de qué es lo que está haciendo y por qué, y asumirlo, uno puede usar cualquier símbolo, pues son públicos y somos libres, todo lenguaje es un derecho humano, pero es importante hacerse responsable de las combinaciones que uno haga con el lenguaje y saber que hay consecuencias, no es cuestión de tener miedo a esas cosas, simplemente tener conciencia de que las artes visuales tienen un origen personal (en gran medida) y una trascendencia social (me refiero a que finalmente son consumidas por otros). Hay otra obra interesante de Cattelan, “bidibidobidiboo”, que es una instalación de una ardillita disecada que parece que se suicidó sentada en su sillita frente a su mesita. Leí un artículo en el que se hablaba de la obra de Cattelan y su pretensión de mostrar las incongruencias del mundo, me llamó la atención la respuesta que hace a una pregunta en una entrevista:
 
“Do you discuss your work with other artists?
R: I try to discuss it with everyone: every piece is a test and it needs to be confronted, criticized, destroyed and rebuilt. I tend to avoid my own opinions, and just trust the others” .

Otro de los artistas revisados, Darío Robleto, no me gusta mucho (su obra me parece “muy gringa”, estereotipadamente hablando) y no me identifico con sus conceptos, al menos con los de la obra que vi en Internet, sus piezas parecen antigüedades obtenidas en un bazar (y supongo que muchas las consigue en bazares), me parece que reflejan mucho de su contexto. La obra de Jhon Chamberlain me parece que es como la del mexicano Vicente Rojo: una serie de mil de lo mismo pero cambiándole el color, sin embargo me late la idea de usar chatarra, carrocerías, para hacer esculturas y es bueno que una obra te ponga a pensar en tu basura, en tus desechos y en la basura y los desechos de la colectividad.

Continuará…


1 comentario:

  1. Mine antes, no eres nadien, apestas, eres una copia barata de muchos artistas conceptuales, FUCKKK

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