Abraham García González
Segunda fecha y segundo concierto estelar. La noche del miércoles el escenario del Teatro Hidalgo sería engalanado con la presentación de Sandor Papp, quien ofreció un repertorio diverso en estilos. De compositores clásicos hasta contemporáneos.
El húngaro sorprendió al público con un arreglo propio de Andante & Allegro BWV 1002 para violín de Bach. Aún cuando requirió de partituras, la técnica y precisión en la ejecución de Papp logró que pareciera muy sencillo tocar Bach con un instrumento diferente.
Previo al intermedio, el magyar echó su mejor as al interpretar El alba del último día (A L’aube du Dernier Jour) del compositor y guitarrista francés Francis Kleynjans. Con esta sombría pieza, y a modo de tour de forcé, Papp emuló el tic tac de un reloj, y marcó los ritmos con tapping en las cuerdas y golpes en la caja de su guitarra. Con sus acordes recreó por igual armonía como caos, la tranquilidad y su ruptura. Seguro que A L’aube du Dernier Jour en manos de Sandor Papp será una de las más memorables interpretaciones en esta edición del festival.
Después del descanso, por segunda vez, el coordinador del festival fue interpretado. Ahora con los siete movimientos de Three Miles Sketches. Papp logró los crescendos de esta pieza delicadamente, casi de manera etérea.
Con Campo, Copla y Fiesta de la Sonantina Meridional, de Manuel María Ponce, el húngaro dio tres cachetadas con guante blanco al interpretar genialmente a un compositor mexicano que, por desgracia, no goza del reconocimiento que merece entre sus coterráneos, pese a ser el padre del nacionalismo musical mexicano.
En un concierto tan variado, Sandor Papp cerró su presentación con Thema Negro, una festiva samba del argentino Jorge Cardoso, y demostró su interés por compositores contemporáneos.
Segunda fecha y segundo concierto estelar. La noche del miércoles el escenario del Teatro Hidalgo sería engalanado con la presentación de Sandor Papp, quien ofreció un repertorio diverso en estilos. De compositores clásicos hasta contemporáneos.
El húngaro sorprendió al público con un arreglo propio de Andante & Allegro BWV 1002 para violín de Bach. Aún cuando requirió de partituras, la técnica y precisión en la ejecución de Papp logró que pareciera muy sencillo tocar Bach con un instrumento diferente.
Previo al intermedio, el magyar echó su mejor as al interpretar El alba del último día (A L’aube du Dernier Jour) del compositor y guitarrista francés Francis Kleynjans. Con esta sombría pieza, y a modo de tour de forcé, Papp emuló el tic tac de un reloj, y marcó los ritmos con tapping en las cuerdas y golpes en la caja de su guitarra. Con sus acordes recreó por igual armonía como caos, la tranquilidad y su ruptura. Seguro que A L’aube du Dernier Jour en manos de Sandor Papp será una de las más memorables interpretaciones en esta edición del festival.
Después del descanso, por segunda vez, el coordinador del festival fue interpretado. Ahora con los siete movimientos de Three Miles Sketches. Papp logró los crescendos de esta pieza delicadamente, casi de manera etérea.
Con Campo, Copla y Fiesta de la Sonantina Meridional, de Manuel María Ponce, el húngaro dio tres cachetadas con guante blanco al interpretar genialmente a un compositor mexicano que, por desgracia, no goza del reconocimiento que merece entre sus coterráneos, pese a ser el padre del nacionalismo musical mexicano.
En un concierto tan variado, Sandor Papp cerró su presentación con Thema Negro, una festiva samba del argentino Jorge Cardoso, y demostró su interés por compositores contemporáneos.
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