Un orgullo universitario y un ejemplo a seguir por los jóvenes, es Santiago Lomelín, quien fue acredor del Premio Nacional de la Juventud, debido a su dedicación y esfuerzo, destacando en la especialidad de Expresiones Artísticas, Categoría "A". Hoy el Comentario, diario de nuestra máxima casa de estudios, dedica el espacio "Los Universitarios" para conocer mejor su trayectoria.
Autor: Amador Contreras Torres
Publicado: 2010-02-15
Recibió el Reconocimiento en la especialidad de Expresiones Artísticas, Categoría “A”. Es una distinción que otorga la Presidencia de la República y la SEP* Santiago es emblema del nivel académico alcanzado por la U de C.
Santiago Lomelín es un joven que ha destacado en el arte de la interpretación musical, especialmente en piano, de 17 años de edad, alumno de primer semestre de la licenciatura en Música de la Universidad de Colima, que fue galardonado con el Premio Nacional de la Juventud, por la Presidencia de la República y la SEP, en la especialidad de Expresiones Artísticas.
Este reconocimiento le fue entregado recientemente, con la representación del Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, por el titular de la SEP, Alonso Lujambio, como parte de una constelación de jóvenes mexicanos que se han destacado en diversos campos, como por ejemplo, José Manuel Moreno González, quien es egresado de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Colima.
UNA EDUCACIÓN DE EXCELENCIA
Es decir, en el mismo evento, a nivel nacional, se reconoce la labor de dos universitarios distinguidos, un estudiante y un egresado, lo cual es un legítimo orgullo para ellos y es también expresión de la educación de excelencia que se imparte en la máxima casa de estudios del Estado. Son parte de los frutos de una comunidad universitaria que se afana todos los días en el cumplimiento de las tareas sustantivas de la institución y que le han conferido un sitio selecto entre las universidades del país.
Al respecto, en una pausa de sus clases en la Escuela de Música de la Universidad de Colima, enclavada en ese bello complejo cultural que es el IUBA, conversamos con Santiago Lomelín. Es un lugar bastante agradable, construido y equipado con todos los adelantos tecnológicos, para la enseñanza de la música y con maestros de prestigio internacional como Anatoly Zatín, Vlada Vassilieva, entre otros. En sus espacios resuenan las notas de los grandes talentos de la música Juan Sebastián Bach, Mozart, Rachmaninov, Silvestre Revueltas, José Pablo Moncayo.
En torno a sus impresiones respecto al galardón que le fue conferido, Santiago Lomelín, expresó a El Comentario, que “recibir el Premio Nacional de la Juventud, es un honor y un gran orgullo haber representado a la Universidad de Colima en este evento y ganar juntos este premio, la especialidad de este premio fue en Expresiones Artísticas Categoría A”.
LA VOCACIÓN MUSICAL
El acercamiento de Santiago a la música y a las bellas artes fue a temprana edad. Él es originario de Guadalajara y desde pequeño, desde los 11 años de edad, su familia lo traía a estudiar, los fines de semana, a esta ciudad a la Escuela de Música de la Universidad de Colima, en donde han florecido sus dotes para la interpretación musical, en forma tan destacada que ahora su desempeño ha tenido una resonancia nacional con este galardón que el Gobierno de la República, a través de la Secretaría de Educación conceden a los jóvenes más brillantes en diversas disciplinas del conocimiento o del trabajo en pro de la sociedad mexicana.
Santiago es uno de esos jóvenes mexicanos que son la más acabada expresión de que aún en tiempos de crisis, cuando hay nubarrones en el horizonte nacional, todavía hay lugar para la esperanza y de que, como bien dijo ese gran periodista potosino que fue don Francisco Martínez de la Vega: “Cuando más negra está la noche, más se acerca la luz del amanecer”.
La ilusión de Santiago Lomelín es la de ser un gran pianista, ser un gran concertista, y todos los días se prepara, ensaya y trabaja de forma intensa y con gran perseverancia. Por las mañanas acude a clases y por las tardes le dedica unas horas a practicar, de forma adicional a su formación escolar. “Me gusta el arte en general también era pintor de chico, y todo empezó porque quería ser pianista. Por la mañana voy a la Universidad a estudiar, y después vengo a estudiar el piano, como cuatro o cinco horas por las tardes. La escuela te exige ciertos requisitos que cumplir y ya tú tienes que estudiar lo que consideres suficiente para pasar y crecer como músico”.
LA PASIÓN
“Yo creo que de todas las experiencias aprendes algo, no tengo una muy memorable, todas son importantes y creo que una experiencia sola no te hace lo que eres, sino todo el conjunto, no nada más una clase cambia toda tu vida”.
Santiago Lomelín tiene un mensaje para los jóvenes: “Les digo que todos podemos lograr lo que aspiramos ser, hacer lo que nos gusta, con esfuerzo y dedicación; tiempo y principalmente poniendo pasión por lo que haces puedes hacer realidad todas tus metas, todos tus sueños, nada más tienes que trabajar, estar dispuesto al cien por ciento a lo que estás dedicado. Yo, en un futuro, me veo como un gran concertista, y espero que así sea”.
Publicado: 2010-02-15
Recibió el Reconocimiento en la especialidad de Expresiones Artísticas, Categoría “A”. Es una distinción que otorga la Presidencia de la República y la SEP* Santiago es emblema del nivel académico alcanzado por la U de C.
Santiago Lomelín es un joven que ha destacado en el arte de la interpretación musical, especialmente en piano, de 17 años de edad, alumno de primer semestre de la licenciatura en Música de la Universidad de Colima, que fue galardonado con el Premio Nacional de la Juventud, por la Presidencia de la República y la SEP, en la especialidad de Expresiones Artísticas.
Este reconocimiento le fue entregado recientemente, con la representación del Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, por el titular de la SEP, Alonso Lujambio, como parte de una constelación de jóvenes mexicanos que se han destacado en diversos campos, como por ejemplo, José Manuel Moreno González, quien es egresado de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Colima.
UNA EDUCACIÓN DE EXCELENCIA
Es decir, en el mismo evento, a nivel nacional, se reconoce la labor de dos universitarios distinguidos, un estudiante y un egresado, lo cual es un legítimo orgullo para ellos y es también expresión de la educación de excelencia que se imparte en la máxima casa de estudios del Estado. Son parte de los frutos de una comunidad universitaria que se afana todos los días en el cumplimiento de las tareas sustantivas de la institución y que le han conferido un sitio selecto entre las universidades del país.
Al respecto, en una pausa de sus clases en la Escuela de Música de la Universidad de Colima, enclavada en ese bello complejo cultural que es el IUBA, conversamos con Santiago Lomelín. Es un lugar bastante agradable, construido y equipado con todos los adelantos tecnológicos, para la enseñanza de la música y con maestros de prestigio internacional como Anatoly Zatín, Vlada Vassilieva, entre otros. En sus espacios resuenan las notas de los grandes talentos de la música Juan Sebastián Bach, Mozart, Rachmaninov, Silvestre Revueltas, José Pablo Moncayo.
En torno a sus impresiones respecto al galardón que le fue conferido, Santiago Lomelín, expresó a El Comentario, que “recibir el Premio Nacional de la Juventud, es un honor y un gran orgullo haber representado a la Universidad de Colima en este evento y ganar juntos este premio, la especialidad de este premio fue en Expresiones Artísticas Categoría A”.
LA VOCACIÓN MUSICAL
El acercamiento de Santiago a la música y a las bellas artes fue a temprana edad. Él es originario de Guadalajara y desde pequeño, desde los 11 años de edad, su familia lo traía a estudiar, los fines de semana, a esta ciudad a la Escuela de Música de la Universidad de Colima, en donde han florecido sus dotes para la interpretación musical, en forma tan destacada que ahora su desempeño ha tenido una resonancia nacional con este galardón que el Gobierno de la República, a través de la Secretaría de Educación conceden a los jóvenes más brillantes en diversas disciplinas del conocimiento o del trabajo en pro de la sociedad mexicana.
Santiago es uno de esos jóvenes mexicanos que son la más acabada expresión de que aún en tiempos de crisis, cuando hay nubarrones en el horizonte nacional, todavía hay lugar para la esperanza y de que, como bien dijo ese gran periodista potosino que fue don Francisco Martínez de la Vega: “Cuando más negra está la noche, más se acerca la luz del amanecer”.
La ilusión de Santiago Lomelín es la de ser un gran pianista, ser un gran concertista, y todos los días se prepara, ensaya y trabaja de forma intensa y con gran perseverancia. Por las mañanas acude a clases y por las tardes le dedica unas horas a practicar, de forma adicional a su formación escolar. “Me gusta el arte en general también era pintor de chico, y todo empezó porque quería ser pianista. Por la mañana voy a la Universidad a estudiar, y después vengo a estudiar el piano, como cuatro o cinco horas por las tardes. La escuela te exige ciertos requisitos que cumplir y ya tú tienes que estudiar lo que consideres suficiente para pasar y crecer como músico”.
LA PASIÓN
“Yo creo que de todas las experiencias aprendes algo, no tengo una muy memorable, todas son importantes y creo que una experiencia sola no te hace lo que eres, sino todo el conjunto, no nada más una clase cambia toda tu vida”.
Santiago Lomelín tiene un mensaje para los jóvenes: “Les digo que todos podemos lograr lo que aspiramos ser, hacer lo que nos gusta, con esfuerzo y dedicación; tiempo y principalmente poniendo pasión por lo que haces puedes hacer realidad todas tus metas, todos tus sueños, nada más tienes que trabajar, estar dispuesto al cien por ciento a lo que estás dedicado. Yo, en un futuro, me veo como un gran concertista, y espero que así sea”.
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