martes, 23 de marzo de 2010

¡EL HUIPILAZO! (peroentrecomillas) Espacio experimental de difusión de las artes visuales

Por Mine Ante

…Y CON USTEDES: “LA NONA ORA”
 Sobre una alfombra roja, rojísima (de veras roja), yace una reproducción escultórica hiperrealista del papa Juan Pablo II en sus atavíos característicos evidentemente derribado por un meteorito que aún permanece sobre su cuerpo, alrededor hay pedazos de vidrio, producto del supuesto impacto de esta roca hirviente en algún ventanal del lugar. 

Para algunos, la escena resulta ridícula, cómica o risible, para otros puede parecer grotesca, agreste, blasfema e incluso dolorosa. La nona ora es una instalación del artista italiano Mauricio Catellan, esta pieza de arte contemporáneo fue exhibida en la Bienal de Venecia en 1999 desatando polémica en un montón de lugares, sobre un montón de cosas (incluso en alguna exhibición posterior, miembros del parlamento polaco retiraron el meteorito e intentaron “poner de pie al Papa”). 


La pregunta aquí es ¿cuán “artístico” es este arte?  Lectores: ¡se abre el debate!..

En la amplia, amplísima cartelera de la historia del arte la predilección por representar a íconos religiosos ha tenido asiento VIP, en ese sentido Catellan no ha hecho nada fuera de lo común, sin embargo, la representación que hace resulta bastante transgresora (incluso más que las del pintor Francis Bacon, desde mi punto de vista). De un lado del rin Cattelan se escuda con el discurso de pretender ironizar las incongruencias de este mundo (otra de sus obras es una escultura de Hitler en cuclillas orando), del otro lado ha sido atacado por blasfemo, provocador, sensacionalista… usted dirá…

Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.  Lo cierto es que la obra de Mauricio Catellan no representa al arte contemporáneo, sino “una propuesta dentro de”. Varias instituciones internacionales que avalan o legitiman a los artistas visuales (o sea, quienes dicen “quien sí y quien no”) han cogido en su huipil a este artista italiano. La Bienal de Venecia, el MOMA, el Guggenheim y muchos otros espacios le han cedido un lugar para montar sus instalaciones, por su parte la Fundación Jumex en México (que cuenta con una importante colección de arte contemporáneo) le ha comprado una pieza, habrá que preguntar en la Pinacoteca Universitaria si acaso en su acervo no hay alguna escultura de un tal Catellan.

Surgen varias preguntas al mirar o leer este tipo de proyectos de artes visuales: ¿cuáles son los límites del arte? ¿el arte es una farsa? ¿tiene sentido que lo sea?¿por qué no disfrutar de piezas como La Nona Ora? ¿qué tan honesta puede ser una propuesta “transgresora” vs el sensacionalismo ? ¿quién decide qué tan honesta es? ¿es necesario que alguien lo decida? ¿debería de existir una “ética” del arte?

Esto fue un boceto malhecho de la obra de Mauricio Catellan, invito al lector a consultar más información en la web y construirse una opinión al respecto. Cualquier represalia, idea, comentario o reflexión, por favor enviarla a cultura.ucol@gmail.com


Glosario de términos (“por si algo no le quedó claro”):

    * Nona ora = novena hora.
    * Hiperrealista = más realista que la corrupción en México (o sea “muy realista”).
    * Bienal de Venecia = una feria de arte que se realiza cada dos años en donde exponen los artistas más “nice”.
    * Francis Bacon = artista irlandés que realizó varias reproducciones pictóricas grotescas de una figura religiosa.
    * Hitler = un cabrón.
    * Instalación = modo de expresión artística cuyo soporte es el espacio, disposición de elementos con alguna intención específica (es como hacer una pintura pero en el espacio, de manera tridimensional).

1 comentario:

  1. Definitivamente hay límites, deja de ser Arte cuando solo se recurre al concepto, el arte no es una farsa, quienes llegan a ser farsantes son los individuos que se dicen "artistas" a si mismos, tiene sentido que sea una farsa para los mediocres que no son capaces de realizar obras honestas y de calidad que no recurran al sensacionalismo disfrazado de supuesta "trasgresión" a la que la mayoría de los artistas contemporaneos recurren y no creo que la honestidad sea una cuestión de quién decide, esta habla por si misma.
    "Hacer" una instalación nunca será comparable a hacer una pintura.

    Y este obra "chiste" que presentas es incomparable con la obra de Bacon, ¿razones? de nuevo la honestidad salta a la vista, ¿un Papa desvaneciendose en una penumbra, con una mueca que refleja el horror, talvez de enfrentarse a su propio infierno o un Papa con una meteorito encima? -Vamos no seamos ciegos, Bacon hizo poesía pintada y el otro, que puedes decir de ese "chiste" dejando de lado las creencias y el escándalo, que aporta esta pieza? lo mismo que un chiste colorado, a uno les apenará, talvez risitas nerviosas y la sensación de que el panorama artistico a nivel intelectual está cada vez mas jodido.

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